Sebastián Corbat tiene 37 años y está casado con Angélica, con quien
tiene dos hijos (Florencia y Vicente). El joven sufre del síndrome XLP, o
síndrome lifoproliferativo asociado al cromosoma X, también conocido
como síndrome de Duncan.
Se trata de una afección mortal poco frecuente (hasta la fecha, sólo
se le diagnosticó a unas 100 familias, con 400 casos en todo el mundo)
que afecta exclusivamente a varones.
Si bien Sebastián convive con esta enfermedad desde hace 20 años,
desarrolló una complicación llamada aplasia medular durante los últimos
meses, que torna indefectible el transplante. Él debe realizarse un
trasplante alogénico no relacionado, dado que su médula posee una
deficiencia genética y que no tiene familiares compatibles.
El trasplante de médula curaría definitivamente la aplasia medular y el síndrome de XLP.
El costo del transplante y los tratamientos (pre y post-operatorios)
es de U$S 500.000. El mismo se llevaría a cabo en los Estados Unidos,
en la institución Dana-Farber, afiliada a la Facultad de Medicina de
Harvard y que se especializa en cuestiones ligadas a esta condición,
como es el tratamiento para adultos y el manejo de casos de aplasia.
Transplantation Clinical Trial Network.
La anemia aplásica (reducción en el funcionamiento de la médula ósea,
que puede limitar la producción de glóbulos rojos, glóbulos blancos y/o
plaquetas) hace que Sebastián dependa de transfusiones periódicas de
glóbulos rojos y plaquetas para poder vivir fuera de riesgo hasta el
momento del trasplante. Pero ocurre que cada transfusión que recibe
aumenta el riesgo de rechazo en su futuro trasplante de médula, por lo
que es conveniente que el trasplante se haga lo más pronto posible para
asegurar su éxito.
Esta complicación adicional de la aplasia medular hace necesario que
el trasplante sea llevado a cabo en un centro con vasta experiencia en
trasplantes de pacientes con dicha patología, como es el caso del
instituto Dana-Farber. La única experiencia de transplante a una persona
con síndrome XLP realizada en la Argentina es el caso de Gustavo, su
hermano mayor, que fue trasplantado de urgencia y falleció a los 10 días
dejando detrás una esposa y un bebé de meses. Sebastián y su mujer,
junto a sus hijos Florencia (5 años) y Vicente (2 años), sueñan
con lograr en muy poco tiempo los medios para trasplantar su médula ósea
y poder así continuar su vida juntos.
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