viernes, 16 de marzo de 2012

Genética del Cáncer y la Obesidad.


Es probable que en el futuro haya que plantearse cambiar el nombre a los genes supresores de tumores.

Porque estas proteínas protectoras contra el cáncer están demostrando cada vez más que cumplen otros papeles clave en nuestro organismo. La última, las sitúa como elemento clave en un triángulo formado por el cáncer, la obesidad y el envejecimiento.

Lo han descubierto investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) -dirigidos por Manuel Serrano- en un trabajo llevado a cabo con ratones de laboratorio. Los animales con una copia extra del gen Pten parecen inmunes al cáncer y también más longevos y delgados, pese a comer más que sus congéneres.


Pten es un viejo conocido de los oncólogos, porque este supresor de tumores está inactivo en la mayoría de casos de cáncer. Por eso, no es extraño que una copia extra sea un seguro anticáncer en los animales; sin embargo, sus beneficios no se limitan a eso.
 Serrano y su equipo -encabezado por Ana Ortega- han descubierto que los roedores con una ‘dosis’ extra de Pten son un 28% más delgados de media, incluso sometidos a una dieta hipercalórica; y un 12% más longevos. Además, su organismo parece mejor preparado para tolerar el exceso de grasa en el hígado y menos predispuesto a desarrollar diabetes.

La respuesta a este fenómeno la hallaron en la llamada grasa parda, un tipo de tejido capaz de quemar la energía en lugar de acumularla.Hasta ahora, todos los intentos por manipular dicha estimulación nerviosa se habían topado con numerosos efectos secundarios.

                                 genetica-de-la-obesidad

No hay comentarios:

Publicar un comentario