domingo, 27 de mayo de 2012

Un nuevo estudio reafirma el vínculo entre la cesárea y la obesidad infantil

Un nuevo estudio de investigadores estadounidenses ha reafirmado la teoría de que los niños nacidos por cesárea tienen más posibilidades de padecer obesidad, informa hoy la revista "Archives of Disease in Childhood".
La investigación -realizada por expertos del Hospital de la Infancia de Boston (EEUU)- vuelve a poner de relieve la conexión entre los partos por cesárea y el sobrepeso infantil y desaconseja dar a luz de esta manera si no es por motivos estrictamente clínicos, según la revista, que pertenece a la publicación "British Medical Journal".
Los investigadores analizaron la evolución de 1.255 niños nacidos en ese centro sanitario entre 1999 y 2002, 284 de ellos por cesárea, desde las 22 semanas de gestación hasta los tres años.
Mientras que solo un 7,5 % de los bebés que dieron a luz de manera natural padecían obesidad cuando tenían tres años, este porcentaje se doblaba hasta un 15,7 % en los casos donde se produjo esta intervención quirúrgica en el parto.
Los autores del estudio atribuyen esta relación a las diferencias en la composición de la flora intestinal entre los nacidos por parto natural o por cesárea. Entre este último grupo, los investigadores han encontrado un mayor nivel de bacterias "firmicutes" que, según otros estudios, también abundan en los intestinos de las personas obesas y son uno de los factores que pueden conducir a dicha enfermedad.
Asimismo, se apunta que los partos por cesárea son más habituales entre las madres con obesidad, lo que también podría favorecer el sobrepeso de sus hijos. Los autores de la investigación también analizaron otros factores que podrían influir en la obesidad infantil como la duración del periodo de lactancia o el tiempo de exposición a la televisión y ninguno de ellos presentó diferencias significativas.
Ante esta situación, los autores señalan la importancia de evitar los partos por cesárea siempre que no sea por indicaciones médicas. "Las mujeres embarazadas que escojan un parto quirúrgico cuando no haya motivos clínicos para hacerlo deberían saber que sus hijos serán más propensos a padecer sobrepeso", advirtieron en el estudio.

                                       

Un gen ligado al esperma abre la puerta a un nuevo anticonceptivo masculino

El descubrimiento de un gen ligado a la maduración del esperma en los hombres abre la puerta a la creación de un nuevo anticonceptivo masculino de tipo no hormonal, según indica un estudio publicado hoy en la revista "PLoS Genetics".



Una investigación de científicos de la universidad escocesa de Edimburgo ha demostrado que el gen llamado Katnal 1 es clave para propiciar que los espermatozoides maduren en los testículos.
Según los expertos, si consiguen controlar la función de este gen, podrían desarrollar un nuevo tipo de contraceptivo masculino que, a diferencia de los hormonales -basados en la supresión de la testosterona-, no tendría para los consumidores efectos secundarios como irritabilidad, acné o cambios de humor.
Los científicos creen que, de lograr regular el efecto del Katnal 1 en los testículos, se podría prevenir que el esperma madurara completamente, lo que actuaría como anticonceptivo natural al eliminar su efecto reproductivo.
En un estudio con ratones, los expertos de Edimburgo constataron que los roedores machos a los que se eliminó el gen Katnal 1 quedaban infértiles.
Se comprobó que se debía a que el gen era necesario para permitir al esperma llegar a su madurez.
La investigación sobre el Katnal 1 también podría tener otras aplicaciones, como contribuir a encontrar tratamientos contra la infertilidad cuando esta está relacionada con una disfunción del gen.
"Si encontramos una manera de controlar este gen en los testículos, podríamos desarrollar potencialmente un anticonceptivo no hormonal", declara Lee Smith, experto en genética endocrina del Centro de salud reproductiva de la universidad de Edimburgo.
Según Smith, la ventaja de un método como el planteado sería que sus efectos "serían reversibles", ya que el gen "solo afecta a las células en sus estadios de desarrollo tardíos", por lo que no se vería afectada la capacidad del hombre de producir esperma.
Aunque actualmente se llevan a cabo otros estudios sobre posibles anticonceptivos masculinos no hormonales, la identificación de este gen "es un paso único y significativo" en la comprensión de la biología de los testículos", apunta Smith.

Descubren un proceso esencial para la meiosis

Investigadores de la Universidad de California, en Davis, han descubierto una herramienta clave que ayuda a los espermatozoides y óvulos a desarrollar, exactamente, 23 cromosomas cada uno. El estudio, que podría suponer un avance para las investigaciones sobre fertilidad, abortos espontáneos, cáncer y trastornos del desarrollo, ha sido publicado en la revista 'Cell'.    Los seres humanos sanos tienen 46 cromosomas, 23 de los espermatozoides y 23 del óvulo. Un embrión con el número incorrecto de cromosomas, es usualmente abortado, o desarrolla trastornos como el síndrome de Down -causado por una copia extra del cromosoma 21.
   Durante la meiosis, este proceso de división celular crea esperma y óvulos, igualando pares de cromosomas y 'cruzando' unos con otros, según explica Neil Hunter, profesor de Microbiología en la Universidad de California y autor principal del nuevo estudio. Estas conexiones son esenciales para la clasificación precisa de los cromosomas, y la formación de esperma y óvulos con el número correcto de cromosomas. Por otro lado, los cruces entre cromosomas también juegan un papel fundamental en la evolución, al permitir que los cromosomas intercambien trozos de ADN, introduciendo así una cierta variedad en la próxima generación. Cada par de cromosomas debe contener, al menos, un cruce; pero no debe haber más de dos cruces por par, o el genoma podríadesestabilizarse.
   En su artículo, Hunter describe una 'herramienta perdida', la cual explica cómo están regulados los cruces. "Debe haber enzimas que garanticen, al menos, un cruce, pero no demasiados", explica Hunter. El investigador, los estudiantes Kseniya Zakharyevich, y Shangming Tang, junto con el científico Yunmei Ma, buscó enzimas que pudiesen cortar el ADN, para formar cruces en la levadura -con el fin de formar gametos sexuales, o esporas, de la misma manera que los seres humanos y otros mamíferos forman espermatozoides y óvulos. Fue entonces cuando los expertos descubrieron tres enzimas de levadura, Mlh1, Mlh3 and Sgs1, que colaboran para cortar el ADN, y hacer cruces.
   Resulta que los equivalentes humanos de estas enzimas son bien conocidos por su papel en la supresión de tumores: MLH1 y MLH3 son mutantes en una forma heredada de cáncer de colon; mientras que BLM, el equivalente humano de Sgs1, es mutante en una enfermedad propensa al cáncer, llamada Síndrome de Bloom.
   "Sgs1 fue la mayor sorpresa", afirma Hunter, quien agrega que, "previamente, se conocía como una enzima que desenrolla el ADN para evitar cruces". Hunter concluye que, "mientras que otras enzimas cortan el ADN al azar, Mlh1, Mlh3 y Sgs1 sólo realizan cruces -esta actividad única es esencial para la meiosis, y su descubrimiento es un gran avance".




                                                             

El chocolate negro podría reducir el riesgo de enfermedad cardiaca

                                                                        


El chocolate negro podría reducir el riesgo de enfermedad cardiaca al disminuir los niveles de glucemia y colesterol malo al mismo tiempo que aumenta los niveles de colesterol bueno, sugiere un nuevo estudio de tamaño reducido. El chocolate contiene compuestos llamados flavonoles, que tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Investigaciones anteriores han mostrado una relación entre la ingesta de flavonoles y el riesgo de enfermedad cardiovascular.
En este estudio, investigadores de la Universidad Estatal de San Diego asignaron a 31 personas a consumir 50 gramos al día de chocolate negro (70 por ciento de cacao) o blanco (0 por ciento de cacao). Se usó chocolate negro porque tiene niveles más altos de flavonoles que el chocolate con leche.
Se registró la presión arterial, el flujo sanguíneo cutáneo en el antebrazo, el perfil de lípidos (grasas) en circulación y los niveles de glucemia de los participantes antes y después de que consumieran chocolate durante quince días.
Las pruebas revelaron que los que comieron chocolate negro tenían niveles más bajos de glucemia y colesterol de lipoproteína de baja densidad (LDL) o "malo", y niveles más elevados de colesterol de lipoproteína de alta densidad (HDL) o "bueno", que los que comieron chocolate blanco.
El estudio se presentará hoy en la reunión de Biología Experimental 2012 en San Diego. Las investigaciones presentadas en reuniones se deben considerar como preliminares hasta que se publiquen en una revista médica revisada por profesionales.
A pesar de éste y otros hallazgos de que el chocolate negro podría reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular, los investigadores dijeron que el chocolate se debe comer en moderación debido a su contenido en grasas saturadas y calorías.
Se calcula que el estadounidense típico consume más de 4.5 kilos (10 libras) de chocolate al año.


Identifican genes implicados en el tamaño del cráneo

                       


El Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (Creal) y el Centro de Regulación Genómica (CRG) han participado en una investigación internacional para identificar genes implicados en el tamaño del cráneo y en la obesidad infantil. En un comunicado, el CRG ha señalado que la identificación de estos genes, que publica en sendos artículos la revista 'Nature Genetics', puede ayudar a entender los mecanismos que participan en el neurodesarrollo, así como en el retraso mental y en problemas cognitivos y conductuales.
   Los estudios han estado liderados por el consorcio Early Growth Genetics (EGG) y se han realizado a más de 10.000 niños de Europa, y con ellos se han identificado dos variantes genéticas en los genes Sbno1 y Hmga2 asociadas al perímetro craneal en los individuos de entre seis meses y dos años y medio.
   Dichos genes ya se habían asociado con la altura alcanzada en la edad adulta, a la vez que se ha hallado otra asociación con una variante en la región donde se encuentra el gen Mapt, relacionado con el volumen intracraneal en enfermedades neurodegenerativas y de parkinson.
   Asimismo, las investigaciones han evidenciado que existe solapamiento entre los genes asociados a la obesidad en adultos y a la obesidad en niños, pues de los nueve genes identificados de forma robusta en el caso de los menores, siete también están presentes en la edad adulta.




Crean test de sangre que ayudaría a predecir el cáncer de mama con más antelación


        
Científicos británicos afirman estar cerca de tener un análisis de sangre que podría identificar si una mujer puede desarrollar cáncer de mama con años e incluso décadas de antelación.
Investigadores del Imperial College de Londres encontraron en diversos estudios un fuerte vínculo entre el cáncer y los cambios moleculares en los genes de los glóbulos blancos.
Las mujeres que presentaban más cambios en el gen tenían el doble de probabilidades de llegar a desarrollar cáncer de mama.
Los científicos consideran que identificar situaciones de riesgo desde el principio puede ayudar a prevenir la enfermedad o aumentar las posibilidades de sobrevivir a ella.
La prueba de sangre estaría disponible entre cinco y diez años.