sábado, 25 de febrero de 2012

Los adultos que toman mucha leche tienen más memoria que el resto


Los adultos que consumen mayor cantidad de leche y productos lácteos logran mejores puntuaciones en los test de memoria y los que miden otras funciones cerebrales que aquellos que beben poca o no beben nada de leche. En concreto, quienes toman leche tienen 5 veces menos posibilidades de 'fallar' en estos test. Así lo han demostrado investigadores de la University of Maine, en Estados Unidos, cuyo estudio, publicado en 'International Dairy Journal', sugiere que tomar al menos un vaso de leche diario podría traer beneficios al cerebro.
Los autores del trabajo sometieron a más de 900 hombres y mujeres entre los 23 y los 98 años de edad a una serie de test de inteligencia -entre ellos test visual-espaciales, verbales y de memoria- y siguieron sus hábitos de consumo de leche.
A través de estos tests, que midieron de ocho formas diferentes la actividad mental de los participantes -sin tener en cuenta la edad-, se observó que aquellos adultos que bebían al menos un vaso de leche al día tenían una ventaja.
Los investigadores vieron que las puntuaciones más altas de todas las pruebas las conseguían los participantes con los mayores consumos de leche y productoslácteoss, en comparación con aquellos con un bajo e infrecuente consumo de leche.
Estos beneficios se mantenían incluso después de controlar otros factores que pueden también afectar la salud cerebral, como el estado cardiovascular y otros factores de dieta o estilo de vida.
De hecho, los consumidores de leche tendían a seguir, en general, dietas más saludables. No obstante, había algo específico en la ingesta de leche que ofrecía una ventaja para la salud cerebral, según los investigadores.
       

Facebook y Twitter, más adictivos que el alcohol y el tabaco


La red social de Facebook y la red de microblog Twitter causan más adicción que el alcohol y el tabaco. Resistir la tentación de visitar los sitios de redes sociales para ver las actualizaciones es más difícil que rechazar una bebida o un cigarrillo.    Facebook y Twitter se han convertido en las redes sociales más populares del momento. Incluso, los 'smartphones' y 'tablets' permiten estar conectados a ellas las 24 horas al día. Entrar en el perfil de Facebook para comprobar si alguien ha comentado un estado, ha publicado una foto o ha cambiado su estado, así como comprobar las menciones en Twitter o los 'tuits' de los seguidores, se convierten en acciones diarias tan comunes como dormir o comer. De ahí que algunos de esos usuarios tengan adicción a las redes sociales.
   Según un estudio realizado por la Booth School of Business de la Universidad de Chicago -y recogido por el diario británico The Telegraph-, tanto Facebook como Twitter causan más adicción en los usuarios que el alcohol o el tabaco. Para este estudio se han realizado 250 encuestas sobre los deseos diarios de los usuarios.
   La encuesta concluye que dormir y el sexo son los dos deseos más anhelados durante el día pero acceder a las redes sociales y el trabajo son los deseos más difíciles de resistir y más fáciles de satisfacer. En contraposición, el alcohol y el tabaco son deseos que se encuentran en niveles mucho más bajos a pesar de generar adicción.
   Según revela el director del estudio, el doctor Wilhelm Hofmann, la forma de controlar esta adicción es resistir a la tentación ya que de esta manera se fortalece la fuerza de voluntad y cada día se tienen menos ganas de "caer en la tentación".

La enfermedad coronaria es hereditaria en hombres


Los hombres pueden heredar una de las enfermedades del corazón más comunes, la enfermedad de las arterias coronarias, afirma una nueva investigación.
Los científicos de la Universidad de Leicester, Inglaterra, descubrieron que el cromosoma Y, la porción del ADN que determina el género masculino, juega un papel en la herencia de la enfermedad de las arterias coronarias (EAC), un trastorno que provoca miles de muertes cada año.
La investigación, que aparece publicada en la revista The Lancet, estudió el ADN de más de 3.000 hombres, encontró que una versión particular de este cromosoma incrementa el riesgo de la EAC en 50%.
Se cree que uno de cada cinco hombres poseen esta versión del cromosoma Y.
La enfermedad de las arterias coronarias se produce por el estrechamiento de las arterias que transportan sangre al corazón, lo cual provoca que el músculo no tenga suficiente oxigeno.
Esto puede conducir con el tiempo a angina -opresión en el pecho- e infartos.
Según la Fundación Británica del Corazón, que financió este estudio, la EAC causó en el Reino Unido 88.236 muertes en 2008, de los cuales cerca de 50.000 fueron hombres.
Los expertos saben que los hombres desarrollan enfermedad del corazón por lo menos una década antes que las mujeres.
Para cuando cumplen 40 años, el riesgo de sufrir enfermedad del corazón es de uno en cada dos hombres y una de cada tres mujeres.
Los factores de estilo de vida, como fumar e hipertensión, son contribuyentes importantes.
Ahora los investigadores de Leicester descubrieron que la herencia también juega un papel importante en la EAC, la enfermedad del corazón más común.

Hallan forma de revertir los efectos del Alzheimer en el cerebro


Científicos en Estados Unidos lograron, con un fármaco que se utiliza para cáncer, despejar las perjudiciales placas de proteína que se forman en el cerebro de los pacientes con Alzheimer.
En el estudio con ratones, el fármaco, aprobado para uso en cáncer de piel, logró limpiar las placas "a una velocidad sin precedentes", afirma la investigación publicada en la revista Science.
Y pruebas posteriores mostraron una mejora en las funciones cerebrales de los animales, agrega.
Se piensa que una de las principales características de la enfermedad de Alzheimer es la acumulación de fragmentos de una proteína, llamada beta-amiloide.
Todos los seres humanos producen esta proteína en el cerebro, pero en las personas sanas hay un mecanismo que ayuda a la descomposición de estos fragmentos.
En los pacientes con Alzheimer, sin embargo, este mecanismo no funciona y esto provoca la acumulación y formación de placas de beta-amiloide que resultan en el daño y muerte de neuronas y eventualmente los problemas de memoria y otras incapacidades cognitivas.
La limpieza de estas placas ha sido durante años la base de varias investigaciones y ya hay fármacos que se están probando en ensayos clínicos humanos.